Textos presentados en el II Encuentro sobre Investigación del Centro para la Excelencia Académica-UPRRP y revista Cruce
Para acceder en línea a la revista de Cruce haga click aquí
El quehacer transdisciplinario del Instituto de Investigación Violencia y complejidad
Madeline Román
A nombre del colectivo de profesores y asistentes de proyecto que componemos el Instituto de Investigación Violencia y complejidad, agradezco al Centro para la Excelencia Académica por habernos invitado a presentar este proyecto que ha sido y está siendo toda una aventura para nosotros.
El Instituto de Investigación Violencia y complejidad se creó en el verano del 2012 a partir de una propuesta para creación de Institutos de Verano que nos fue aprobada por el Programa de investigación y creación subgraduada, mejor conocida como iInas. Aunque la propuesta aprobada fue para un instituto de verano, nos lo cogimos en serio y formamos un Instituto en propiedad. Este proyecto se creó a partir de un deseo nuestro de producir un saber sobre la violencia a la altura de la complejidad y de los tiempos. El proyecto, que agrupa al presente un total de 15 profesores/investigadores es, hasta donde sabemos, único en su clase en todo el sistema de la Universidad de Puerto Rico. Es un proyecto inter, multi y transdisciplinario que se nutre de la participación de profesores de distintas formaciones académicas provenientes de nuestro recinto y de otros recintos del sistema. Nuestro deseo es atender la problematica de la violencia de forma compleja. Al decir de Edgar Morín, teórico del paradigma de la complejidad, complejo es aquello que no puede explicarse a partir de una palabra maestra. Cada uno de los profesores que componen el Instituto tiene su propia trayectoria reflexiva e investigativa en el tema de la violencia y al juntarnos lo que hacemos es poner en dialogicidad los saberes que manejamos, reconociendo que no hay conocimiento omnicomprensivo, por ende estamos convocados a intentar producir sentido del fenómeno de la violencia desde distintos flancos de observación. Estamos profundamente convencidos de que solos no podemos y que necesitamos del otro para contrastar y ponderar nuestros hallazgos y nuestras reflexiones.
En el transcurso de estos siete años de trabajo, creamos el Observatorio móvil para el estudio de la violencia, gracias a una propuesta que nos fue aprobada por los fondos institucionales FIPI. El Observatorio móvil no es un mero almacen de datos sino un espacio vivo en el que los investigadores del Instituto y otros colegas que se han motivado suben a una página web aquella información que nos parece relevante desde horizontes de sentido particulares. Este observatorio lo promovemos como un recurso educativo para profesores, estudiantes y público en general interesado en seguirle la vista al tema de la violencia. El Instituto cuenta también con un blog en el que damos cuenta del trayecto de nuestro trabajo.
A lo largo de estos años se han celebrado un total de seis encuentros teórico/investigativos abiertos al público que hemos titulado Conjunciones complejas: encuentro transdisciplinario para el estudio de la violencia, hemos traído un total de 4 conferenciantes visitantes: la profesora Pegg Birmingham, estudiosa de los derechos humanos, el profesor Mark Seltzer, estudioso del tema de la criminalidad y los medios, el profesor David Lyon, estudioso del tema de la vigilancia y la profesora Shoshana Feldman, estudiosa del tema del derecho y la violencia extrema, hemos publicado dos números de dos revistas académicas: el número 27 de la Revista de Ciencias Sociales, UPRRP en el 2014 y un número de la revista Cruce de la Universidad Ana G.Méndez dedicado al tema de la deuda y la violencia. Hemos publicado también dos libros/colección de ensayos dando cuenta de nuestro trabajo: Entre violencias (Editorial Educación Emergente, 2017) y Transitando: ciudad, abandono y violencias (Publicaciones Puertorriqueñas, 2018), éste último auspiciado por la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades
En aras de promover el uso del Observatorio móvil como recurso educativo hemos llevado el Observatorio a los recintos de Río Piedras, Humacao, Arecibo, Bayamón, Cayey y Mayagüez (fotos), a la Universidad Ana G. Méndez y a la Universidad del Este. Hemos sometido propuestas que nos han sido aprobadas en el Programa iInas, los Fondos Institucionales FIPI y la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades. El Instituto se nutre de los trabajos de estudiantes asistentes de proyecto del programa graduado de experiencias formativas, del programa de estudio y trabajo y de diversidad de estudiantes que, de manera voluntaria, se integran a los trabajos en aras de tener una experiencia investigativa. La participación de todos ellos ha sido una experiencia de crecimiento mutuo que valoramos inmensamente.
En el Observatorio móvil se trabajan una serie de ejes investigativos: violencia de la economia y economia política de la violencia, relaciones entre la ley y la violencia, la violencia que regresa a los lugares de donde hemos querido erradicarla, ingobernabilidad y espacio urbano, intersecciones entre la ley psicoanalítica y ley pública, ley del Estado, representación de la violencia y violencia de la representación, violencia, lenguaje y tiempo, Guerra y nuevos escenarios bélicos. Dentro de cada uno de estos ejes subimos materiales diversos tales como artículos académicos, artículos en prensa, documentos de entidades públicas y privadas, estadísticas y videos. El Observatorio es una cantera de conocimiento el cual, aparte de contribuir con valiosas reflexiones es también divertido. Cada quien- y del nivel que sea- puede entrar al Observatorio y acceder a materiales que puedan ser de su interés.
Todo el trabajo que hacemos en el Instituto lo hacemos desde el horizonte del conocimiento como un bien común. En un contexto epocal donde se habla de la empresa universitaria nos esmeramos y empeñamos en comunicar que la función de la Universidad es producer ideas y que, al decir de la teórica feminista Rossi Braidotti, “idea es un estado de enorme intensidad que hacen aparecer posibilidades de acción y de vida hasta ahora insospechadas”. En el Instituto esa es precisamente nuestra apuesta.
Sobre el carácter transdisciplinario del significante la deuda
(Presentación de artículos publicados en Revista CRUCE)
Aportación de Marlene Duprey Y Miriam Muñíz
II Encuentro de Investigación Transdisplinar
31 de enero 2020- Facultad de Educación- UPR-RP
auspiciado por el Centro para la Excelencia Académica.
El número de la Revista Cruce de la Universidad Ana G. Méndez publicó los trabajos de nuestro 6to encuentro Conjunciones Complejas para el estudio de la violencia, encuentro que trabajó alrededor del significante de la DEUDA desde un perspectiva amplia y transdisciplinaria. La deuda que tanto agobia al mundo contemporáneo, nos toca con más fuerza a los puertorriqueños bajo la sindicatura de una Junta de control Fiscal como gobierno hace ya un cuatrienio. Así por ejemplo, El texto Deuda y Cronos, del Dr. Félix López Román: es un texto transdisciplinario por los paralelismos que establece entre el mito griego de Cronos y el capitalismo neoliberal de la deuda. El autor desde una perspectiva arqueológica, desentraña el concepto de la deuda y su dominio sobre el tiempo a partir de sus fundamentos míticos y etimológicos. En el mito, Cronos devora a sus hijos como alimento para seguir vivo y mantener su dominio . En ese banquete sacrificial , negándole la vida a sus hijos, está el registro de una doble aniquilación la del pasado y también la del futuro. Nos dice el autor: “ el capitalismo manifiesta lo propio de Cronos la de devorar todo lo que engendra”. La deuda es el Cronos del Mundo y las crisis su manera de engullir ganancias”. Se detiene en mostrar los registros griegos y latinos del término deuda. Desde la la acepción griega de pistis, que significa fe o creencia, y de la del latin debita, que significa deuda,. Tanto pistis como debita se conjugan en la sintesis del concepto actual de crédito. A las acepciones griega y latina el autor añade la que
procede de Benjamin del alemán Schuld, que siginifica tanto deber como culpa, mostrando su filiación religiosa. Este vínculo entre capitalismo, deuda y religión también es explorado en el Performance Chatarra: una poética de la crisis, de Ricardo Cobián Figueroux, que se presentó en la Universidad de Puerto Rico 12 al 15 de abril de 2019 en el Anfiteatro Número 1 de la Facultad de Estudios Generales, y cuyo eje de reflexión gravitó alrededor de los avatares del sujeto de la deuda en Puerto Rico. El comentario que public aquí sobre esta propuesta estética también se detiene a analizar las maneras como desde el gesto paródico, el acto performativo construye una poética de la crisis fusionando dos esferas aparentemente diversas y dísimiles como son el mercado financiero y la catedral medieval para producir un sentido nuevo en el que el capitalismo financiero, siguiendo los registros de Walter Benjamín, se presenta como la nueva religión. Esta obra teatral, integra la rigurosidad de la investigación de la crisis económica en Puerto Rico propia de las Ciencias Sociales, transformando estos hallazgos en un lenguaje teatral que integra multiplicidad de medios.
Un análisis importante lo encontramos en el artículo de Karen Entrialgo, titulado Deuda y Tiempo. Aquí la autora le da continuidad a su investigación de la violencia y su efecto en lo que ella llama el desinflamiento de lo simbólico cuya consecuencia es la inoperancia del lenguaje significante. El análisis, que desde esta premisa realiza sobre diferentes aspectos de la cultura contemporánea, la lleva a plantearse la tesis de una crisis antropológica sin precedentes que amenaza con bloquear el proceso civilizatorio. Desarrolla esta tesis aquí, tomando como referencia central al filósofo Jean Baudrillard con su declaración de “la muerte del pensar”. Para esto, se detiene a contrastar las diversas concepciones del tiempo que muestran filósofos como Nietszche y Heidegger,
pasando por Benjamin , a los que suma a Giorgio Agamben y Peter Sloterdijk, sin dejar a Gilles Deleuze. Dice Entrialgo ,” a pesar de las diferencias. de época [. ] y la diversidad en carácter de estilo y pensamiento, todos tienen en común la problemática del tiempo”. Ya fuera el tiempo de la espera o el de su agotamiento, Con consecuencias tanto en nuestra capacidad de pensar , de imaginar ... como en el arte , la politica , pero también en la ética y en la imposibilidad del proyecto de una vida colectiva. Partiendo de ese diagnóstico , que se podría llamar terminal, hace intervenir, junto a Lazzarato, a la deuda financiera como gestora de una problemática del tiempo que lleva a su cancelación . Al capitalismo financiero como el agravante de una condición humana que la enfrenta a un tiempo sin futuro. Lo que le sirve para enfatizar: No es sólo la violencia de la economía sino que es la violencia sobre el tiempo.
Sonia Serrano, otra de las investigadoras del Instituto se detiene a pensar las condiciones de poder establecidas por el capitalismo neoliberal para lo cual su referencia principal es la filosofa Wendy Brown. Con ella se establece que bajo el neoliberalsimo el dominio económico desplaza al Estado y a sus politicas sociales, produciendo la generalizacion de la precarización social. Y que la deuda viene a ser la que permite al capital financiero encargarse del dominio de la vida y la muerte de la poblaciones. Por otro lado, destaca el papel que juegan las nuevas subjetividades bajo las condiciones de sobrevivencia impulsada por la sociedad de consumo. La lógica de la competencia que propulsa va de la mano con la situación de inseguridad, incertidumbre y vulnerabilidad que genera. Y lo que es más grave por la ansiedad que provoca el discurso neoliberal del “empresario de si mismo”, planteado por Foucault y actualizado por el filósofo Byung Chul Han;. Aquí
se manfiesta los trastornos, en una psiquis cautiva por las exigencias que los extremos de competitividad e individualismo , producto de la nueva subjetividad neoliberal.
La autora presenta la deuda , y aquí como en gran parte de estos trabajos, la referencia obligada es a Mauricio Lazzarato ,bajo su funcionamiento en el ámbito universitario y su agentes principales los profesores por contratos y temporeros y los estudiantes con los préstamos. En ambos es la precarización y la deuda las que marcan sus condiciones vulnerables de vida. A la vez y paradojicamente, participantes de las mayores exigencias profesionales y de espectativas de éxito. Aunque , sin embargo, se confrontan justamente con su opuesto.
Otros dos artículos que hacen un cruce transdisplinario de gran relevancia son los de la Psicoanalista Amaryllis Muñoz, titulado Pagar de más y el de nuestra asistente de Investigación y estudiante Graduada de Psicología Glorimar Posso, titulado Ganar debiendo: interrogantes paradójicas del proceso de sujeción contemporáneo. En el primer texto Amaryllis Muñoz, avanza una reflexión desde los registros propuestos por los discursos psicoanalíticos. La también psicoanalista lleva a cabo dos reccorridos en su trabajo: En el primero examina el estatuto psicoanalítico de la deuda y el pago, mientras que en el segundo trabaja el sujeto de la deuda “desde algunos debates contemporáneos que han nutrido y complejizado el discurso psicoanalítico”. Con ello alude específicamente a aquellos debates vinculados “a la presencia de una economía feroz, que, como “máquina cruel y violenta”, pretende colocarnos a todos como deudores discapacitados para cumplir con lo que se estipula se debe pagar” (Muñiz:2013). Entiende Muñoz que esta máquina es la economía de mercado actual, que se coloca como el amo del discurso lacaniano, “se apropia de una culpabilidad mítica y nos inviste de
responsabilidad ante la suposición de la ruina del capital (el problema de la deuda)”. Si bien nos dice Muñoz, la genealogía del pensamiento psicoanalítico sobre los significantes deuda y pago, estuvo vinculado inicialmente a historias míticas como el asesinato del padre primordial en Sigmund Freud; es con Lacan y los poslacanianos que se establece una puesta al día de la figura del Amo bajo la forma de mercado y el mandato a gozar como eje del endeudamiento. Siguiendo las pistas teóricas de Néstor Braunstein, Muñoz entiende que “asistimos a una era en la que se efectúa una transformación del amo capitalista al amo mercado- el que desde el poder económico- nos invita a gozar. Goce que no es el de la castración psicoanalítica, sino el gozar, con z, en aras de eliminar la falta o bien (como se expresa al presente) que la adquisición de los gadgets: teléfono, computadora, aplicaciones, sean las que llenen el vacío, como real- como aquello que no tiene límite, nos hagan sentir autónomos, completos y nos propicien un plus de gozar. El texto de Muñoz es una referencia imperdible sobre el cruce entre las coordenadas psicoanalíticas de culpa, goce, deuda y pago en el contexto del neoliberalismo actual y unos de los ejercicios de investigación transdisciplinar que integra el conocimiento psicoanalítico a aspectos poco explorados en su campo de especialidad. De igual manera, Glorimar Torres Posso se mueve por las coordenadas del pensamiento psicoanalítico, para elevar sugerentes interrogantes sobre lo que significaría hoy día ser sujeto del significante deuda. Torres trabaja de manera interesante la dialéctica del amo y el esclavo hegeliana, tan importante para el pensamiento psicoanalítico. Es un trabajo que se hace preguntas: Así por ejemplo, me resulta muy sugerente ese pensar interrogante de la autora. Esta expone que si bien “El lugar del endeudado produce padecimientos que, aunque generan malestar, por otra parte amparan
lo infantil que habita los afectos ante el abandono que produce no tener amo, hacerse el propio amo de sí y con ello perder el sostén del Gran Otro omnipotente y omnipresente, que aunque castigue y explote ampara. ¿Será -se pregunta-que la deuda conserva un sabor menos amargo que el reconocimiento de la impotencia propia o será acaso el registro psíquico de deudas un intento de tener (en)cuenta lo que se necesita saldar para salir de la impotencia?” Pregunta que deja abierta y que da que pensar. Torres nos recuerda además que “La identificación que sostiene el lugar del amo, tampoco es intocable, pues como el discurso mismo establece, el amo solo es amo en tanto es reconocido como tal a partir del significante que le provee una identidad”. Por lo mismo la pregunta que cabría pensar es , “¿Cómo no reducirse a la lógica que exige gozar y que a la vez culpa de no hacerlo lo suficiente?”. Hay en este texto preguntas que invitan a seguir pensando desde el psicoanálisis el problema de la libertad individual desde la deuda como estructura psíquica y su correlato de la deuda como hegemonía del capitalismo.
Finalmente y en un registro diferente de la investigación transdisciplinaria, el artículo de la profesora Maribel Ortíz, titulado “Entre el perdón, la deuda y la promesa: Soldados de Salamina de Javier Cercas”, se detiene sobre la novela de este autor extremeño. En Soldados de Salamina, Cercas trabaja el tema de la Guerra Civil española. A partir de este texto literario, Ortíz rescata “las posibilidades inexploradas” del perdón como una posible “ética para los enemigos”. Nos permite attender el tema de la deuda desde otro lugar alejado del lenguaje economicista para para mirar los temas inherentes a la Justicia Restaurativa, la Justicia Transcional en los países que han vivido conflictos bélicos. En el caso español, por ejemplo, ya no se trata de la deuda contraída por Sánchez Mazas, personaje principal de la novela de Cercas, sino que, es ahora la sociedad española entera, la que se debe excusar con aquellos que fueron maltratados por el gobierno militar en la defensa de la República. El análisis de Maribel Ortíz es una aportación valiosa al acercamiento que hace la literatura actual sobre los conflictos bélicos del pasado y las deudas o cuentas pendientes con la memoria de los mismos. Hasta aquí mi intervención sobre parte de las investigaciones publicadas en este número de la Revista CRUCE. Ahora los dejo con la profesora Elizabeth Crespo, quien terminará de presentar el carácter transdiciplinario del significante de la DEUDA, en las otras investigaciones.
Deuda, derechos humanos y feminismos
Elizabeth Crespo Kebler
Uno de los temas que aborda el volumen de Cruce (Violencia y deuda,10 de noviembre 2019) está relacionado a los derechos humanos de las mujeres y los feminismos. Tres ensayos de las autorías de Madeline Román, María Isabel Quiñones y Elizabeth Crespo Kebler, desde perspectivas diferentes y con desacuerdos, tratan estos asuntos. Para abordar estos tres ensayos propongo considerar como contexto para los reclamos de derechos humanos de las mujeres, y para el volumen completo sobre la deuda, lo que describe Miriam Muñiz Varela en su proposición número uno sobre la deuda, “las políticas neoliberales y el dominio del capitalismo financiero vía la deuda, ha terminado por echar a andar, sobre todo, a partir de su crisis del 2008, una máquina de guerra, no para “defender la sociedad” sino para destruirla” (5). En su proposición número 3, sintetiza el proceso de dominio del capital financiero sobre el capital industrial.
“Que la deuda se convierte , desde la crisis de 1973 en un ‘aparato de captura de la vida’... La crisis del fordismo, limitó la obtención de ganancias industriales en los países que lideraron esa acumulación y abrió el camino al domino del capital financiero global para asegurar, por otros medios, sus niveles de ganancia. Las políticas neoliberales ya conocidas, que llevan a cabo la economización dineraria de la vida, se hacen cargo por medio de la renta/exenciones/impuestos y recortes al gasto público, de imponer formas violentas de destrucción social. Se necesitaba liquidar el Estado Social y fortalecer el gobierno económico/financiero y su papel protector de la propiedad”
Continúa diciendo Muñiz Varela, “El dinero de especulación/deuda nunca ha tenido una mayor libertad de circulación, aceleración, digitalización, pero también de depredación, extracción y empobrecimiento globalizado. Lo que analizamos, corresponde al modo bioeconómico en los tiempos pospolíticos, que se nutre del valor dinerario, ya no solo del trabajo sino también de la vida, vía el endeudamiento”. Ese ataque a la vida se manifiesta en los niveles crecientes de pobreza y de desigualdad social, la emigración masiva, el aumento en las muertes violentas y el aumento de las personas que pierden su casa porque no pueden pagar la hipoteca mientras que el banco se reapropia de ella y la revende a fondos buitre a una décima parte de su valor.
Con este capital que exige como pago no sólo el trabajo sino la vida, se juntan los fundamentalismos políticos y religiosos. En mi ensayo “Las deudas pendientes del estado con las mujeres”, argumento que “Las políticas neoliberales, la injerencia de actores no estatales y los espacios que ocupan en las políticas públicas causada por el colapso de los servicios gubernamentales y el crecimiento de la inseguridad económica, son fenómenos globales”. La participación de actores no estatales, que persiguen insertar agendas religiosas para limitar los derechos sexuales y reproductivos es también un fenómeno global. Vandana Shiva, destacada ecofeminista de la India, señala que “Las políticas fundamentalistas, extremistas y excluyentes surgen para llenar el vacío dejado por el colapso de la democracia económica y el crecimiento de la inseguridad económica”.
Es en este contexto que surge la campaña “Las deudas pendientes de los gobiernos con las mujeres”. Articulada en el marco de la reafirmación de los derechos económicos, sociales y culturales, ha representado una alternativa de resistencia. Frente a la encrucijada de la deuda o la vida, ha sido una apuesta organizada a la vida. Otra apuesta a la vida desde el activismo feminista ha sido la campaña “Vivas, libres y desendeudas nos queremos” que tuvo una de sus primeras expresiones en junio de 2017 frente al Banco Central de la República Argentina, en Buenos Aires. El lema expuso la relación de las finanzas y el endeudamiento con la vida diaria de las mujeres, la violencia contra las mujeres y las formas de explotación laboral. Fue uno de los reclamos del Paro Internacional de Mujeres, una movilización del 8 de marzo convocada desde el 2017 por organizaciones feministas en todo el mundo “Vivas, libres y desendeudadas nos queremos” le pone cuerpo a la abstracción financiera, vincula el endeudamiento de las economías domésticas sostenidas mayoritariamente por mujeres con la falta de autonomía que las expone aún mas a las violencias machistas.
Distinto a lo presentado en mi ensayo, o quizás como una advertencia para la reflexión, Madeline Román señala que la consigna “el Estado le debe a las mujeres” es parte del conjunto de significantes que establecen la obligación de pagar como un imperativo moral sin el cual el capitalismo no podría subsistir. “Todos terminamos hablando el lenguaje del capital: rendición de cuentas, que pague el otro” (120).
Madeline Román ve en la movilización mundial de mujeres, sobre todo en el movimiento #MeToo una corriente regresiva, “un recrudecimiento de las subjetividades punitivas de la cultura del castigo o bien del castigo por el castigo mismo ... un drama entre la vulnerabilidad femenina victimizada, de un lado y un agresor masculino de otro” (114). Es un feminismo que “equipara justicia y cárcel y solo se siente resarcido cuando el perpetrador es castigado máximamente y desde una moralidad aplastante” (114). Argumenta que se coloca en un mismo plano todas las violencias desde el chiste inapropiado a la violación. El feminismo se ubica en el political correctness de denunciar al perpetrador como una muestra de ser feminista “de verdad”. Román ve en el propio sistema de dominación masculina una correspondiente involución que se manifiesta en lo que describe como una “re-rigidización de las categorías de género” que encuentra justificación en la frase “boys will be boys” (118). En resumen, para Román, la violencia contra las mujeres no se resolverá echando mano del ámbito penal o del victimismo como identidad de la persona que reclama ser resarcida a través de los mecanismos del Estado.
María Isabel Quiñones retoma el problema de la violencia de género como un problema a ser asumido por el sistema de justicia criminal desde una perspectiva distinta a la de Román. Quiñones pregunta, ¿cómo apalabrar la vergüenza, el temor a represalias que experimentan las víctimas del acoso sexual? Citando a Slajov Zizek, Quiñones distingue entre la verdad (factual) y la veracidad. “Lo que hace del testimonio de una mujer violada algo veraz es su incoherencia factual, su confusión, su informalidad ... las deficiencias factuales confirman la veracidad del testimonio, puesto que señalan que el contenido narrado contamina el modo de informar acerca de él. De estas sutilezas no se encarga la ley...” (108). En las vistas de confirmación del juez Brett Kavanaugh, Christine Blasey declaró que fue atacada sexualmente por el candidato cuando ambos eran adolescentes. “Blasey Ford solo recordaba los colores de las paredes, la escalera de la casa, las manos cubriendo su rostro, las risas a expensas de su humillación” (107). Para los senadores que favorecieron su nombramiento a juez del Tribunal Supremo, la falta de hechos corroborables, el día exacto, la ausencia de testigos mostraban la falta de verdad (factual). Los estudios sobre las experiencias de las víctimas confirman que sus recuerdos son confusos y se fijan en sensaciones imborrables. “Quienes denuncian una desaparición no pueden producir una verdad factual. Lo mas probable es que el cuerpo del desaparecido o desaparecida haya sido disuelto en ácido, abandonado en el desierto, desmembrado o desollado” (108). Como afirma Quiñones, “El análisis desapasionado y objetivo de la violencia de género reproduce y participa de su horror” (107).
“Ni deuda ni venganza: El mal(estar) #MeToo” (107). Para Quiñones el movimiento #MeToo es una respuesta a la impunidad de los protocolos institucionales y legales, así como a las relaciones de poder que ocultan la violencia de género. El movimiento #MeToo abre un espacio para escuchar las personas que por diversas razones han permanecido en silencio. Invita a reflexionar “sobre gestos, expresiones y prácticas de género que se ha normalizado. Las que pueden catalogarse como crímenes no acaban de encontrar su justo lugar en el Derecho ni alcanzan su pleno carácter público” (112). Citando a Segato, afirma que “ni siquiera la quema de brujas del medioevo europeo equivale a los feminicidios contemporáneos, pues aquella representaba una pena pública de género, mientras los feminicidios nunca alcanzan a emerger de su captura privada (112). Coincido con Quiñones cuando afirma que “las relaciones de género y las sexualidades muestran como nunca su drama y su urgencia”.
Publicación de Karen Entrialgo en Forum, revista de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo
En su ensayo "Tentativa de rehabilitación de un pensamiento sobre la venganza como 'estrategia fatal' en la cultura contemporánea del trauma", Karen Entrialgo destaca la frecuencia con la que la venganza aparece en películas y series de televisión recientes y su relación con la cutura del trauma. El escrito fue publicado en Forum, revista del recinto de Arecibo de la Universidad de Puerto Rico. Para leer el ensayo oprima aquí.
Textos presentados en el II Encuentro sobre Investigación del Centro para la Excelencia Académica-UPRRP y revista Cruce
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El quehacer transdisciplinario del Instituto de Investigación Violencia y complejidad
Madeline Román
A nombre del colectivo de profesores y asistentes de proyecto que componemos el Instituto de Investigación Violencia y complejidad, agradezco al Centro para la Excelencia Académica por habernos invitado a presentar este proyecto que ha sido y está siendo toda una aventura para nosotros.
El Instituto de Investigación Violencia y complejidad se creó en el verano del 2012 a partir de una propuesta para creación de Institutos de Verano que nos fue aprobada por el Programa de investigación y creación subgraduada, mejor conocida como iInas. Aunque la propuesta aprobada fue para un instituto de verano, nos lo cogimos en serio y formamos un Instituto en propiedad. Este proyecto se creó a partir de un deseo nuestro de producir un saber sobre la violencia a la altura de la complejidad y de los tiempos. El proyecto, que agrupa al presente un total de 15 profesores/investigadores es, hasta donde sabemos, único en su clase en todo el sistema de la Universidad de Puerto Rico. Es un proyecto inter, multi y transdisciplinario que se nutre de la participación de profesores de distintas formaciones académicas provenientes de nuestro recinto y de otros recintos del sistema. Nuestro deseo es atender la problematica de la violencia de forma compleja. Al decir de Edgar Morín, teórico del paradigma de la complejidad, complejo es aquello que no puede explicarse a partir de una palabra maestra. Cada uno de los profesores que componen el Instituto tiene su propia trayectoria reflexiva e investigativa en el tema de la violencia y al juntarnos lo que hacemos es poner en dialogicidad los saberes que manejamos, reconociendo que no hay conocimiento omnicomprensivo, por ende estamos convocados a intentar producir sentido del fenómeno de la violencia desde distintos flancos de observación. Estamos profundamente convencidos de que solos no podemos y que necesitamos del otro para contrastar y ponderar nuestros hallazgos y nuestras reflexiones.
En el transcurso de estos siete años de trabajo, creamos el Observatorio móvil para el estudio de la violencia, gracias a una propuesta que nos fue aprobada por los fondos institucionales FIPI. El Observatorio móvil no es un mero almacen de datos sino un espacio vivo en el que los investigadores del Instituto y otros colegas que se han motivado suben a una página web aquella información que nos parece relevante desde horizontes de sentido particulares. Este observatorio lo promovemos como un recurso educativo para profesores, estudiantes y público en general interesado en seguirle la vista al tema de la violencia. El Instituto cuenta también con un blog en el que damos cuenta del trayecto de nuestro trabajo.
A lo largo de estos años se han celebrado un total de seis encuentros teórico/investigativos abiertos al público que hemos titulado Conjunciones complejas: encuentro transdisciplinario para el estudio de la violencia, hemos traído un total de 4 conferenciantes visitantes: la profesora Pegg Birmingham, estudiosa de los derechos humanos, el profesor Mark Seltzer, estudioso del tema de la criminalidad y los medios, el profesor David Lyon, estudioso del tema de la vigilancia y la profesora Shoshana Feldman, estudiosa del tema del derecho y la violencia extrema, hemos publicado dos números de dos revistas académicas: el número 27 de la Revista de Ciencias Sociales, UPRRP en el 2014 y un número de la revista Cruce de la Universidad Ana G.Méndez dedicado al tema de la deuda y la violencia. Hemos publicado también dos libros/colección de ensayos dando cuenta de nuestro trabajo: Entre violencias (Editorial Educación Emergente, 2017) y Transitando: ciudad, abandono y violencias (Publicaciones Puertorriqueñas, 2018), éste último auspiciado por la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades
En aras de promover el uso del Observatorio móvil como recurso educativo hemos llevado el Observatorio a los recintos de Río Piedras, Humacao, Arecibo, Bayamón, Cayey y Mayagüez (fotos), a la Universidad Ana G. Méndez y a la Universidad del Este. Hemos sometido propuestas que nos han sido aprobadas en el Programa iInas, los Fondos Institucionales FIPI y la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades. El Instituto se nutre de los trabajos de estudiantes asistentes de proyecto del programa graduado de experiencias formativas, del programa de estudio y trabajo y de diversidad de estudiantes que, de manera voluntaria, se integran a los trabajos en aras de tener una experiencia investigativa. La participación de todos ellos ha sido una experiencia de crecimiento mutuo que valoramos inmensamente.
En el Observatorio móvil se trabajan una serie de ejes investigativos: violencia de la economia y economia política de la violencia, relaciones entre la ley y la violencia, la violencia que regresa a los lugares de donde hemos querido erradicarla, ingobernabilidad y espacio urbano, intersecciones entre la ley psicoanalítica y ley pública, ley del Estado, representación de la violencia y violencia de la representación, violencia, lenguaje y tiempo, Guerra y nuevos escenarios bélicos. Dentro de cada uno de estos ejes subimos materiales diversos tales como artículos académicos, artículos en prensa, documentos de entidades públicas y privadas, estadísticas y videos. El Observatorio es una cantera de conocimiento el cual, aparte de contribuir con valiosas reflexiones es también divertido. Cada quien- y del nivel que sea- puede entrar al Observatorio y acceder a materiales que puedan ser de su interés.
Todo el trabajo que hacemos en el Instituto lo hacemos desde el horizonte del conocimiento como un bien común. En un contexto epocal donde se habla de la empresa universitaria nos esmeramos y empeñamos en comunicar que la función de la Universidad es producer ideas y que, al decir de la teórica feminista Rossi Braidotti, “idea es un estado de enorme intensidad que hacen aparecer posibilidades de acción y de vida hasta ahora insospechadas”. En el Instituto esa es precisamente nuestra apuesta.
Sobre el carácter transdisciplinario del significante la deuda
(Presentación de artículos publicados en Revista CRUCE)
Aportación de Marlene Duprey Y Miriam Muñíz
II Encuentro de Investigación Transdisplinar
31 de enero 2020- Facultad de Educación- UPR-RP
31 de enero 2020- Facultad de Educación- UPR-RP
auspiciado por el Centro para la Excelencia Académica.
El número de la Revista Cruce de la Universidad Ana G. Méndez publicó los trabajos de nuestro 6to encuentro Conjunciones Complejas para el estudio de la violencia, encuentro que trabajó alrededor del significante de la DEUDA desde un perspectiva amplia y transdisciplinaria. La deuda que tanto agobia al mundo contemporáneo, nos toca con más fuerza a los puertorriqueños bajo la sindicatura de una Junta de control Fiscal como gobierno hace ya un cuatrienio. Así por ejemplo, El texto Deuda y Cronos, del Dr. Félix López Román: es un texto transdisciplinario por los paralelismos que establece entre el mito griego de Cronos y el capitalismo neoliberal de la deuda. El autor desde una perspectiva arqueológica, desentraña el concepto de la deuda y su dominio sobre el tiempo a partir de sus fundamentos míticos y etimológicos. En el mito, Cronos devora a sus hijos como alimento para seguir vivo y mantener su dominio . En ese banquete sacrificial , negándole la vida a sus hijos, está el registro de una doble aniquilación la del pasado y también la del futuro. Nos dice el autor: “ el capitalismo manifiesta lo propio de Cronos la de devorar todo lo que engendra”. La deuda es el Cronos del Mundo y las crisis su manera de engullir ganancias”. Se detiene en mostrar los registros griegos y latinos del término deuda. Desde la la acepción griega de pistis, que significa fe o creencia, y de la del latin debita, que significa deuda,. Tanto pistis como debita se conjugan en la sintesis del concepto actual de crédito. A las acepciones griega y latina el autor añade la que
procede de Benjamin del alemán Schuld, que siginifica tanto deber como culpa, mostrando su filiación religiosa. Este vínculo entre capitalismo, deuda y religión también es explorado en el Performance Chatarra: una poética de la crisis, de Ricardo Cobián Figueroux, que se presentó en la Universidad de Puerto Rico 12 al 15 de abril de 2019 en el Anfiteatro Número 1 de la Facultad de Estudios Generales, y cuyo eje de reflexión gravitó alrededor de los avatares del sujeto de la deuda en Puerto Rico. El comentario que public aquí sobre esta propuesta estética también se detiene a analizar las maneras como desde el gesto paródico, el acto performativo construye una poética de la crisis fusionando dos esferas aparentemente diversas y dísimiles como son el mercado financiero y la catedral medieval para producir un sentido nuevo en el que el capitalismo financiero, siguiendo los registros de Walter Benjamín, se presenta como la nueva religión. Esta obra teatral, integra la rigurosidad de la investigación de la crisis económica en Puerto Rico propia de las Ciencias Sociales, transformando estos hallazgos en un lenguaje teatral que integra multiplicidad de medios.
Un análisis importante lo encontramos en el artículo de Karen Entrialgo, titulado Deuda y Tiempo. Aquí la autora le da continuidad a su investigación de la violencia y su efecto en lo que ella llama el desinflamiento de lo simbólico cuya consecuencia es la inoperancia del lenguaje significante. El análisis, que desde esta premisa realiza sobre diferentes aspectos de la cultura contemporánea, la lleva a plantearse la tesis de una crisis antropológica sin precedentes que amenaza con bloquear el proceso civilizatorio. Desarrolla esta tesis aquí, tomando como referencia central al filósofo Jean Baudrillard con su declaración de “la muerte del pensar”. Para esto, se detiene a contrastar las diversas concepciones del tiempo que muestran filósofos como Nietszche y Heidegger,
pasando por Benjamin , a los que suma a Giorgio Agamben y Peter Sloterdijk, sin dejar a Gilles Deleuze. Dice Entrialgo ,” a pesar de las diferencias. de época [. ] y la diversidad en carácter de estilo y pensamiento, todos tienen en común la problemática del tiempo”. Ya fuera el tiempo de la espera o el de su agotamiento, Con consecuencias tanto en nuestra capacidad de pensar , de imaginar ... como en el arte , la politica , pero también en la ética y en la imposibilidad del proyecto de una vida colectiva. Partiendo de ese diagnóstico , que se podría llamar terminal, hace intervenir, junto a Lazzarato, a la deuda financiera como gestora de una problemática del tiempo que lleva a su cancelación . Al capitalismo financiero como el agravante de una condición humana que la enfrenta a un tiempo sin futuro. Lo que le sirve para enfatizar: No es sólo la violencia de la economía sino que es la violencia sobre el tiempo.
Sonia Serrano, otra de las investigadoras del Instituto se detiene a pensar las condiciones de poder establecidas por el capitalismo neoliberal para lo cual su referencia principal es la filosofa Wendy Brown. Con ella se establece que bajo el neoliberalsimo el dominio económico desplaza al Estado y a sus politicas sociales, produciendo la generalizacion de la precarización social. Y que la deuda viene a ser la que permite al capital financiero encargarse del dominio de la vida y la muerte de la poblaciones. Por otro lado, destaca el papel que juegan las nuevas subjetividades bajo las condiciones de sobrevivencia impulsada por la sociedad de consumo. La lógica de la competencia que propulsa va de la mano con la situación de inseguridad, incertidumbre y vulnerabilidad que genera. Y lo que es más grave por la ansiedad que provoca el discurso neoliberal del “empresario de si mismo”, planteado por Foucault y actualizado por el filósofo Byung Chul Han;. Aquí
se manfiesta los trastornos, en una psiquis cautiva por las exigencias que los extremos de competitividad e individualismo , producto de la nueva subjetividad neoliberal.
La autora presenta la deuda , y aquí como en gran parte de estos trabajos, la referencia obligada es a Mauricio Lazzarato ,bajo su funcionamiento en el ámbito universitario y su agentes principales los profesores por contratos y temporeros y los estudiantes con los préstamos. En ambos es la precarización y la deuda las que marcan sus condiciones vulnerables de vida. A la vez y paradojicamente, participantes de las mayores exigencias profesionales y de espectativas de éxito. Aunque , sin embargo, se confrontan justamente con su opuesto.
Otros dos artículos que hacen un cruce transdisplinario de gran relevancia son los de la Psicoanalista Amaryllis Muñoz, titulado Pagar de más y el de nuestra asistente de Investigación y estudiante Graduada de Psicología Glorimar Posso, titulado Ganar debiendo: interrogantes paradójicas del proceso de sujeción contemporáneo. En el primer texto Amaryllis Muñoz, avanza una reflexión desde los registros propuestos por los discursos psicoanalíticos. La también psicoanalista lleva a cabo dos reccorridos en su trabajo: En el primero examina el estatuto psicoanalítico de la deuda y el pago, mientras que en el segundo trabaja el sujeto de la deuda “desde algunos debates contemporáneos que han nutrido y complejizado el discurso psicoanalítico”. Con ello alude específicamente a aquellos debates vinculados “a la presencia de una economía feroz, que, como “máquina cruel y violenta”, pretende colocarnos a todos como deudores discapacitados para cumplir con lo que se estipula se debe pagar” (Muñiz:2013). Entiende Muñoz que esta máquina es la economía de mercado actual, que se coloca como el amo del discurso lacaniano, “se apropia de una culpabilidad mítica y nos inviste de
responsabilidad ante la suposición de la ruina del capital (el problema de la deuda)”. Si bien nos dice Muñoz, la genealogía del pensamiento psicoanalítico sobre los significantes deuda y pago, estuvo vinculado inicialmente a historias míticas como el asesinato del padre primordial en Sigmund Freud; es con Lacan y los poslacanianos que se establece una puesta al día de la figura del Amo bajo la forma de mercado y el mandato a gozar como eje del endeudamiento. Siguiendo las pistas teóricas de Néstor Braunstein, Muñoz entiende que “asistimos a una era en la que se efectúa una transformación del amo capitalista al amo mercado- el que desde el poder económico- nos invita a gozar. Goce que no es el de la castración psicoanalítica, sino el gozar, con z, en aras de eliminar la falta o bien (como se expresa al presente) que la adquisición de los gadgets: teléfono, computadora, aplicaciones, sean las que llenen el vacío, como real- como aquello que no tiene límite, nos hagan sentir autónomos, completos y nos propicien un plus de gozar. El texto de Muñoz es una referencia imperdible sobre el cruce entre las coordenadas psicoanalíticas de culpa, goce, deuda y pago en el contexto del neoliberalismo actual y unos de los ejercicios de investigación transdisciplinar que integra el conocimiento psicoanalítico a aspectos poco explorados en su campo de especialidad. De igual manera, Glorimar Torres Posso se mueve por las coordenadas del pensamiento psicoanalítico, para elevar sugerentes interrogantes sobre lo que significaría hoy día ser sujeto del significante deuda. Torres trabaja de manera interesante la dialéctica del amo y el esclavo hegeliana, tan importante para el pensamiento psicoanalítico. Es un trabajo que se hace preguntas: Así por ejemplo, me resulta muy sugerente ese pensar interrogante de la autora. Esta expone que si bien “El lugar del endeudado produce padecimientos que, aunque generan malestar, por otra parte amparan
lo infantil que habita los afectos ante el abandono que produce no tener amo, hacerse el propio amo de sí y con ello perder el sostén del Gran Otro omnipotente y omnipresente, que aunque castigue y explote ampara. ¿Será -se pregunta-que la deuda conserva un sabor menos amargo que el reconocimiento de la impotencia propia o será acaso el registro psíquico de deudas un intento de tener (en)cuenta lo que se necesita saldar para salir de la impotencia?” Pregunta que deja abierta y que da que pensar. Torres nos recuerda además que “La identificación que sostiene el lugar del amo, tampoco es intocable, pues como el discurso mismo establece, el amo solo es amo en tanto es reconocido como tal a partir del significante que le provee una identidad”. Por lo mismo la pregunta que cabría pensar es , “¿Cómo no reducirse a la lógica que exige gozar y que a la vez culpa de no hacerlo lo suficiente?”. Hay en este texto preguntas que invitan a seguir pensando desde el psicoanálisis el problema de la libertad individual desde la deuda como estructura psíquica y su correlato de la deuda como hegemonía del capitalismo.
Finalmente y en un registro diferente de la investigación transdisciplinaria, el artículo de la profesora Maribel Ortíz, titulado “Entre el perdón, la deuda y la promesa: Soldados de Salamina de Javier Cercas”, se detiene sobre la novela de este autor extremeño. En Soldados de Salamina, Cercas trabaja el tema de la Guerra Civil española. A partir de este texto literario, Ortíz rescata “las posibilidades inexploradas” del perdón como una posible “ética para los enemigos”. Nos permite attender el tema de la deuda desde otro lugar alejado del lenguaje economicista para para mirar los temas inherentes a la Justicia Restaurativa, la Justicia Transcional en los países que han vivido conflictos bélicos. En el caso español, por ejemplo, ya no se trata de la deuda contraída por Sánchez Mazas, personaje principal de la novela de Cercas, sino que, es ahora la sociedad española entera, la que se debe excusar con aquellos que fueron maltratados por el gobierno militar en la defensa de la República. El análisis de Maribel Ortíz es una aportación valiosa al acercamiento que hace la literatura actual sobre los conflictos bélicos del pasado y las deudas o cuentas pendientes con la memoria de los mismos. Hasta aquí mi intervención sobre parte de las investigaciones publicadas en este número de la Revista CRUCE. Ahora los dejo con la profesora Elizabeth Crespo, quien terminará de presentar el carácter transdiciplinario del significante de la DEUDA, en las otras investigaciones.
Deuda, derechos humanos y feminismos
Elizabeth Crespo Kebler
Uno de los temas que aborda el volumen de Cruce (Violencia y deuda,10 de noviembre 2019) está relacionado a los derechos humanos de las mujeres y los feminismos. Tres ensayos de las autorías de Madeline Román, María Isabel Quiñones y Elizabeth Crespo Kebler, desde perspectivas diferentes y con desacuerdos, tratan estos asuntos. Para abordar estos tres ensayos propongo considerar como contexto para los reclamos de derechos humanos de las mujeres, y para el volumen completo sobre la deuda, lo que describe Miriam Muñiz Varela en su proposición número uno sobre la deuda, “las políticas neoliberales y el dominio del capitalismo financiero vía la deuda, ha terminado por echar a andar, sobre todo, a partir de su crisis del 2008, una máquina de guerra, no para “defender la sociedad” sino para destruirla” (5). En su proposición número 3, sintetiza el proceso de dominio del capital financiero sobre el capital industrial.
“Que la deuda se convierte , desde la crisis de 1973 en un ‘aparato de captura de la vida’... La crisis del fordismo, limitó la obtención de ganancias industriales en los países que lideraron esa acumulación y abrió el camino al domino del capital financiero global para asegurar, por otros medios, sus niveles de ganancia. Las políticas neoliberales ya conocidas, que llevan a cabo la economización dineraria de la vida, se hacen cargo por medio de la renta/exenciones/impuestos y recortes al gasto público, de imponer formas violentas de destrucción social. Se necesitaba liquidar el Estado Social y fortalecer el gobierno económico/financiero y su papel protector de la propiedad”
Continúa diciendo Muñiz Varela, “El dinero de especulación/deuda nunca ha tenido una mayor libertad de circulación, aceleración, digitalización, pero también de depredación, extracción y empobrecimiento globalizado. Lo que analizamos, corresponde al modo bioeconómico en los tiempos pospolíticos, que se nutre del valor dinerario, ya no solo del trabajo sino también de la vida, vía el endeudamiento”. Ese ataque a la vida se manifiesta en los niveles crecientes de pobreza y de desigualdad social, la emigración masiva, el aumento en las muertes violentas y el aumento de las personas que pierden su casa porque no pueden pagar la hipoteca mientras que el banco se reapropia de ella y la revende a fondos buitre a una décima parte de su valor.
Con este capital que exige como pago no sólo el trabajo sino la vida, se juntan los fundamentalismos políticos y religiosos. En mi ensayo “Las deudas pendientes del estado con las mujeres”, argumento que “Las políticas neoliberales, la injerencia de actores no estatales y los espacios que ocupan en las políticas públicas causada por el colapso de los servicios gubernamentales y el crecimiento de la inseguridad económica, son fenómenos globales”. La participación de actores no estatales, que persiguen insertar agendas religiosas para limitar los derechos sexuales y reproductivos es también un fenómeno global. Vandana Shiva, destacada ecofeminista de la India, señala que “Las políticas fundamentalistas, extremistas y excluyentes surgen para llenar el vacío dejado por el colapso de la democracia económica y el crecimiento de la inseguridad económica”.
Es en este contexto que surge la campaña “Las deudas pendientes de los gobiernos con las mujeres”. Articulada en el marco de la reafirmación de los derechos económicos, sociales y culturales, ha representado una alternativa de resistencia. Frente a la encrucijada de la deuda o la vida, ha sido una apuesta organizada a la vida. Otra apuesta a la vida desde el activismo feminista ha sido la campaña “Vivas, libres y desendeudas nos queremos” que tuvo una de sus primeras expresiones en junio de 2017 frente al Banco Central de la República Argentina, en Buenos Aires. El lema expuso la relación de las finanzas y el endeudamiento con la vida diaria de las mujeres, la violencia contra las mujeres y las formas de explotación laboral. Fue uno de los reclamos del Paro Internacional de Mujeres, una movilización del 8 de marzo convocada desde el 2017 por organizaciones feministas en todo el mundo “Vivas, libres y desendeudadas nos queremos” le pone cuerpo a la abstracción financiera, vincula el endeudamiento de las economías domésticas sostenidas mayoritariamente por mujeres con la falta de autonomía que las expone aún mas a las violencias machistas.
Distinto a lo presentado en mi ensayo, o quizás como una advertencia para la reflexión, Madeline Román señala que la consigna “el Estado le debe a las mujeres” es parte del conjunto de significantes que establecen la obligación de pagar como un imperativo moral sin el cual el capitalismo no podría subsistir. “Todos terminamos hablando el lenguaje del capital: rendición de cuentas, que pague el otro” (120).
Madeline Román ve en la movilización mundial de mujeres, sobre todo en el movimiento #MeToo una corriente regresiva, “un recrudecimiento de las subjetividades punitivas de la cultura del castigo o bien del castigo por el castigo mismo ... un drama entre la vulnerabilidad femenina victimizada, de un lado y un agresor masculino de otro” (114). Es un feminismo que “equipara justicia y cárcel y solo se siente resarcido cuando el perpetrador es castigado máximamente y desde una moralidad aplastante” (114). Argumenta que se coloca en un mismo plano todas las violencias desde el chiste inapropiado a la violación. El feminismo se ubica en el political correctness de denunciar al perpetrador como una muestra de ser feminista “de verdad”. Román ve en el propio sistema de dominación masculina una correspondiente involución que se manifiesta en lo que describe como una “re-rigidización de las categorías de género” que encuentra justificación en la frase “boys will be boys” (118). En resumen, para Román, la violencia contra las mujeres no se resolverá echando mano del ámbito penal o del victimismo como identidad de la persona que reclama ser resarcida a través de los mecanismos del Estado.
María Isabel Quiñones retoma el problema de la violencia de género como un problema a ser asumido por el sistema de justicia criminal desde una perspectiva distinta a la de Román. Quiñones pregunta, ¿cómo apalabrar la vergüenza, el temor a represalias que experimentan las víctimas del acoso sexual? Citando a Slajov Zizek, Quiñones distingue entre la verdad (factual) y la veracidad. “Lo que hace del testimonio de una mujer violada algo veraz es su incoherencia factual, su confusión, su informalidad ... las deficiencias factuales confirman la veracidad del testimonio, puesto que señalan que el contenido narrado contamina el modo de informar acerca de él. De estas sutilezas no se encarga la ley...” (108). En las vistas de confirmación del juez Brett Kavanaugh, Christine Blasey declaró que fue atacada sexualmente por el candidato cuando ambos eran adolescentes. “Blasey Ford solo recordaba los colores de las paredes, la escalera de la casa, las manos cubriendo su rostro, las risas a expensas de su humillación” (107). Para los senadores que favorecieron su nombramiento a juez del Tribunal Supremo, la falta de hechos corroborables, el día exacto, la ausencia de testigos mostraban la falta de verdad (factual). Los estudios sobre las experiencias de las víctimas confirman que sus recuerdos son confusos y se fijan en sensaciones imborrables. “Quienes denuncian una desaparición no pueden producir una verdad factual. Lo mas probable es que el cuerpo del desaparecido o desaparecida haya sido disuelto en ácido, abandonado en el desierto, desmembrado o desollado” (108). Como afirma Quiñones, “El análisis desapasionado y objetivo de la violencia de género reproduce y participa de su horror” (107).
“Ni deuda ni venganza: El mal(estar) #MeToo” (107). Para Quiñones el movimiento #MeToo es una respuesta a la impunidad de los protocolos institucionales y legales, así como a las relaciones de poder que ocultan la violencia de género. El movimiento #MeToo abre un espacio para escuchar las personas que por diversas razones han permanecido en silencio. Invita a reflexionar “sobre gestos, expresiones y prácticas de género que se ha normalizado. Las que pueden catalogarse como crímenes no acaban de encontrar su justo lugar en el Derecho ni alcanzan su pleno carácter público” (112). Citando a Segato, afirma que “ni siquiera la quema de brujas del medioevo europeo equivale a los feminicidios contemporáneos, pues aquella representaba una pena pública de género, mientras los feminicidios nunca alcanzan a emerger de su captura privada (112). Coincido con Quiñones cuando afirma que “las relaciones de género y las sexualidades muestran como nunca su drama y su urgencia”.
Deuda, derechos humanos y feminismos
Elizabeth Crespo Kebler
Uno de los temas que aborda el volumen de Cruce (Violencia y deuda,10 de noviembre 2019) está relacionado a los derechos humanos de las mujeres y los feminismos. Tres ensayos de las autorías de Madeline Román, María Isabel Quiñones y Elizabeth Crespo Kebler, desde perspectivas diferentes y con desacuerdos, tratan estos asuntos. Para abordar estos tres ensayos propongo considerar como contexto para los reclamos de derechos humanos de las mujeres, y para el volumen completo sobre la deuda, lo que describe Miriam Muñiz Varela en su proposición número uno sobre la deuda, “las políticas neoliberales y el dominio del capitalismo financiero vía la deuda, ha terminado por echar a andar, sobre todo, a partir de su crisis del 2008, una máquina de guerra, no para “defender la sociedad” sino para destruirla” (5). En su proposición número 3, sintetiza el proceso de dominio del capital financiero sobre el capital industrial.
“Que la deuda se convierte , desde la crisis de 1973 en un ‘aparato de captura de la vida’... La crisis del fordismo, limitó la obtención de ganancias industriales en los países que lideraron esa acumulación y abrió el camino al domino del capital financiero global para asegurar, por otros medios, sus niveles de ganancia. Las políticas neoliberales ya conocidas, que llevan a cabo la economización dineraria de la vida, se hacen cargo por medio de la renta/exenciones/impuestos y recortes al gasto público, de imponer formas violentas de destrucción social. Se necesitaba liquidar el Estado Social y fortalecer el gobierno económico/financiero y su papel protector de la propiedad”
Continúa diciendo Muñiz Varela, “El dinero de especulación/deuda nunca ha tenido una mayor libertad de circulación, aceleración, digitalización, pero también de depredación, extracción y empobrecimiento globalizado. Lo que analizamos, corresponde al modo bioeconómico en los tiempos pospolíticos, que se nutre del valor dinerario, ya no solo del trabajo sino también de la vida, vía el endeudamiento”. Ese ataque a la vida se manifiesta en los niveles crecientes de pobreza y de desigualdad social, la emigración masiva, el aumento en las muertes violentas y el aumento de las personas que pierden su casa porque no pueden pagar la hipoteca mientras que el banco se reapropia de ella y la revende a fondos buitre a una décima parte de su valor.
Con este capital que exige como pago no sólo el trabajo sino la vida, se juntan los fundamentalismos políticos y religiosos. En mi ensayo “Las deudas pendientes del estado con las mujeres”, argumento que “Las políticas neoliberales, la injerencia de actores no estatales y los espacios que ocupan en las políticas públicas causada por el colapso de los servicios gubernamentales y el crecimiento de la inseguridad económica, son fenómenos globales”. La participación de actores no estatales, que persiguen insertar agendas religiosas para limitar los derechos sexuales y reproductivos es también un fenómeno global. Vandana Shiva, destacada ecofeminista de la India, señala que “Las políticas fundamentalistas, extremistas y excluyentes surgen para llenar el vacío dejado por el colapso de la democracia económica y el crecimiento de la inseguridad económica”.
“Que la deuda se convierte , desde la crisis de 1973 en un ‘aparato de captura de la vida’... La crisis del fordismo, limitó la obtención de ganancias industriales en los países que lideraron esa acumulación y abrió el camino al domino del capital financiero global para asegurar, por otros medios, sus niveles de ganancia. Las políticas neoliberales ya conocidas, que llevan a cabo la economización dineraria de la vida, se hacen cargo por medio de la renta/exenciones/impuestos y recortes al gasto público, de imponer formas violentas de destrucción social. Se necesitaba liquidar el Estado Social y fortalecer el gobierno económico/financiero y su papel protector de la propiedad”
Continúa diciendo Muñiz Varela, “El dinero de especulación/deuda nunca ha tenido una mayor libertad de circulación, aceleración, digitalización, pero también de depredación, extracción y empobrecimiento globalizado. Lo que analizamos, corresponde al modo bioeconómico en los tiempos pospolíticos, que se nutre del valor dinerario, ya no solo del trabajo sino también de la vida, vía el endeudamiento”. Ese ataque a la vida se manifiesta en los niveles crecientes de pobreza y de desigualdad social, la emigración masiva, el aumento en las muertes violentas y el aumento de las personas que pierden su casa porque no pueden pagar la hipoteca mientras que el banco se reapropia de ella y la revende a fondos buitre a una décima parte de su valor.
Con este capital que exige como pago no sólo el trabajo sino la vida, se juntan los fundamentalismos políticos y religiosos. En mi ensayo “Las deudas pendientes del estado con las mujeres”, argumento que “Las políticas neoliberales, la injerencia de actores no estatales y los espacios que ocupan en las políticas públicas causada por el colapso de los servicios gubernamentales y el crecimiento de la inseguridad económica, son fenómenos globales”. La participación de actores no estatales, que persiguen insertar agendas religiosas para limitar los derechos sexuales y reproductivos es también un fenómeno global. Vandana Shiva, destacada ecofeminista de la India, señala que “Las políticas fundamentalistas, extremistas y excluyentes surgen para llenar el vacío dejado por el colapso de la democracia económica y el crecimiento de la inseguridad económica”.
Es en este contexto que surge la campaña “Las deudas pendientes de los gobiernos con las mujeres”. Articulada en el marco de la reafirmación de los derechos económicos, sociales y culturales, ha representado una alternativa de resistencia. Frente a la encrucijada de la deuda o la vida, ha sido una apuesta organizada a la vida. Otra apuesta a la vida desde el activismo feminista ha sido la campaña “Vivas, libres y desendeudas nos queremos” que tuvo una de sus primeras expresiones en junio de 2017 frente al Banco Central de la República Argentina, en Buenos Aires. El lema expuso la relación de las finanzas y el endeudamiento con la vida diaria de las mujeres, la violencia contra las mujeres y las formas de explotación laboral. Fue uno de los reclamos del Paro Internacional de Mujeres, una movilización del 8 de marzo convocada desde el 2017 por organizaciones feministas en todo el mundo “Vivas, libres y desendeudadas nos queremos” le pone cuerpo a la abstracción financiera, vincula el endeudamiento de las economías domésticas sostenidas mayoritariamente por mujeres con la falta de autonomía que las expone aún mas a las violencias machistas.
Distinto a lo presentado en mi ensayo, o quizás como una advertencia para la reflexión, Madeline Román señala que la consigna “el Estado le debe a las mujeres” es parte del conjunto de significantes que establecen la obligación de pagar como un imperativo moral sin el cual el capitalismo no podría subsistir. “Todos terminamos hablando el lenguaje del capital: rendición de cuentas, que pague el otro” (120).
Madeline Román ve en la movilización mundial de mujeres, sobre todo en el movimiento #MeToo una corriente regresiva, “un recrudecimiento de las subjetividades punitivas de la cultura del castigo o bien del castigo por el castigo mismo ... un drama entre la vulnerabilidad femenina victimizada, de un lado y un agresor masculino de otro” (114). Es un feminismo que “equipara justicia y cárcel y solo se siente resarcido cuando el perpetrador es castigado máximamente y desde una moralidad aplastante” (114). Argumenta que se coloca en un mismo plano todas las violencias desde el chiste inapropiado a la violación. El feminismo se ubica en el political correctness de denunciar al perpetrador como una muestra de ser feminista “de verdad”. Román ve en el propio sistema de dominación masculina una correspondiente involución que se manifiesta en lo que describe como una “re-rigidización de las categorías de género” que encuentra justificación en la frase “boys will be boys” (118). En resumen, para Román, la violencia contra las mujeres no se resolverá echando mano del ámbito penal o del victimismo como identidad de la persona que reclama ser resarcida a través de los mecanismos del Estado.
Distinto a lo presentado en mi ensayo, o quizás como una advertencia para la reflexión, Madeline Román señala que la consigna “el Estado le debe a las mujeres” es parte del conjunto de significantes que establecen la obligación de pagar como un imperativo moral sin el cual el capitalismo no podría subsistir. “Todos terminamos hablando el lenguaje del capital: rendición de cuentas, que pague el otro” (120).
Madeline Román ve en la movilización mundial de mujeres, sobre todo en el movimiento #MeToo una corriente regresiva, “un recrudecimiento de las subjetividades punitivas de la cultura del castigo o bien del castigo por el castigo mismo ... un drama entre la vulnerabilidad femenina victimizada, de un lado y un agresor masculino de otro” (114). Es un feminismo que “equipara justicia y cárcel y solo se siente resarcido cuando el perpetrador es castigado máximamente y desde una moralidad aplastante” (114). Argumenta que se coloca en un mismo plano todas las violencias desde el chiste inapropiado a la violación. El feminismo se ubica en el political correctness de denunciar al perpetrador como una muestra de ser feminista “de verdad”. Román ve en el propio sistema de dominación masculina una correspondiente involución que se manifiesta en lo que describe como una “re-rigidización de las categorías de género” que encuentra justificación en la frase “boys will be boys” (118). En resumen, para Román, la violencia contra las mujeres no se resolverá echando mano del ámbito penal o del victimismo como identidad de la persona que reclama ser resarcida a través de los mecanismos del Estado.
María Isabel Quiñones retoma el problema de la violencia de género como un problema a ser asumido por el sistema de justicia criminal desde una perspectiva distinta a la de Román. Quiñones pregunta, ¿cómo apalabrar la vergüenza, el temor a represalias que experimentan las víctimas del acoso sexual? Citando a Slajov Zizek, Quiñones distingue entre la verdad (factual) y la veracidad. “Lo que hace del testimonio de una mujer violada algo veraz es su incoherencia factual, su confusión, su informalidad ... las deficiencias factuales confirman la veracidad del testimonio, puesto que señalan que el contenido narrado contamina el modo de informar acerca de él. De estas sutilezas no se encarga la ley...” (108). En las vistas de confirmación del juez Brett Kavanaugh, Christine Blasey declaró que fue atacada sexualmente por el candidato cuando ambos eran adolescentes. “Blasey Ford solo recordaba los colores de las paredes, la escalera de la casa, las manos cubriendo su rostro, las risas a expensas de su humillación” (107). Para los senadores que favorecieron su nombramiento a juez del Tribunal Supremo, la falta de hechos corroborables, el día exacto, la ausencia de testigos mostraban la falta de verdad (factual). Los estudios sobre las experiencias de las víctimas confirman que sus recuerdos son confusos y se fijan en sensaciones imborrables. “Quienes denuncian una desaparición no pueden producir una verdad factual. Lo mas probable es que el cuerpo del desaparecido o desaparecida haya sido disuelto en ácido, abandonado en el desierto, desmembrado o desollado” (108). Como afirma Quiñones, “El análisis desapasionado y objetivo de la violencia de género reproduce y participa de su horror” (107).
“Ni deuda ni venganza: El mal(estar) #MeToo” (107). Para Quiñones el movimiento #MeToo es una respuesta a la impunidad de los protocolos institucionales y legales, así como a las relaciones de poder que ocultan la violencia de género. El movimiento #MeToo abre un espacio para escuchar las personas que por diversas razones han permanecido en silencio. Invita a reflexionar “sobre gestos, expresiones y prácticas de género que se ha normalizado. Las que pueden catalogarse como crímenes no acaban de encontrar su justo lugar en el Derecho ni alcanzan su pleno carácter público” (112). Citando a Segato, afirma que “ni siquiera la quema de brujas del medioevo europeo equivale a los feminicidios contemporáneos, pues aquella representaba una pena pública de género, mientras los feminicidios nunca alcanzan a emerger de su captura privada (112). Coincido con Quiñones cuando afirma que “las relaciones de género y las sexualidades muestran como nunca su drama y su urgencia”.
“Ni deuda ni venganza: El mal(estar) #MeToo” (107). Para Quiñones el movimiento #MeToo es una respuesta a la impunidad de los protocolos institucionales y legales, así como a las relaciones de poder que ocultan la violencia de género. El movimiento #MeToo abre un espacio para escuchar las personas que por diversas razones han permanecido en silencio. Invita a reflexionar “sobre gestos, expresiones y prácticas de género que se ha normalizado. Las que pueden catalogarse como crímenes no acaban de encontrar su justo lugar en el Derecho ni alcanzan su pleno carácter público” (112). Citando a Segato, afirma que “ni siquiera la quema de brujas del medioevo europeo equivale a los feminicidios contemporáneos, pues aquella representaba una pena pública de género, mientras los feminicidios nunca alcanzan a emerger de su captura privada (112). Coincido con Quiñones cuando afirma que “las relaciones de género y las sexualidades muestran como nunca su drama y su urgencia”.
Publicación de Karen Entrialgo en Forum, revista de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo
En su ensayo "Tentativa de rehabilitación de un pensamiento sobre la venganza como 'estrategia fatal' en la cultura contemporánea del trauma", Karen Entrialgo destaca la frecuencia con la que la venganza aparece en películas y series de televisión recientes y su relación con la cutura del trauma. El escrito fue publicado en Forum, revista del recinto de Arecibo de la Universidad de Puerto Rico. Para leer el ensayo oprima aquí.
Transitando: ciudad, abandono y violencias
La primera tirada de este libro-financiado por la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades y el National Endowment for the Humanities- está siendo donada (acorde con las regulaciones de la Fundación) a diversidad de instituciones educativas, bibliotecas, centros de investigación, organizaciones sin fines de lucro, grupos comunitarios y sectores interesados.
Concluido este proceso, el libro será publicado en formato de ebook. Esta publicación estará destinada para la venta en general. Una presentación de este libro será anunciada próximamente.
Publicación de Madeline Román en la Revista Jurídica de Puerto Rico: Pornovenganza, sociedades de control y autopoiesis extrapenal
En la Revista Jurídica de la Universidad de Puerto Rico, se encuentra la ponencia de la profesora Madeline Román donde examina la polémica de la pornovenganza. Esta ponencia está dividida en cinco partes que son: la sociedad de control técnico y autoalumbramiento, lo porno no está donde lo imaginamos, feminismo antipornografía y nuevos tiempos, la paradoja de la puerta giratoria: Venganza contra venganza y el remedio no tiene que ser penal. Para explorar la complejidad de este tema, la académica hace referencia a pensadores tales como Jean Baudrillard, Paola Virilio, Mark Poster, y Niklas Luhman lo cual ayuda proveer varias posibilidades para atender la pornovenganza en está época.
Publicación de Miriam Muñiz Varela en Representaciones, emergencias y resistencias de la crítica cultural: El fármacon colonial: The Bioisland
Para acceder al capítulo de la Dra. Miriam Muñiz Varela en el libro editado por Nelly Prigorian y Carmen Díaz Orozco, (2017) presione aquí.
Publicación de Madeline Román en Sovereign Acts: Contesting Colonialism Across Indigenous and Latinx America: Sovereignty Still?
El capítulo producido por la Dra. Román aparece en el libro editado por Frances Negrón Muntaner, (2017). Para acceder al mismo, haga click aquí.
Publicación de Madeline Román en Umbral: Entre los agujeros de la topera y los anillos de la serpiente: signos de tránsito
Como parte de la Segunda Jornada de Reflexión sobre Educación Universitaria en la Cárcel llevada a cabo en la Facultad de Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, la catedrática Madeline Román presentó una ponencia el 13 de octubre de 2016. La misma fue publicada por Umbral bajo el título "Entre los agujeros de la topera y los anillos de la serpiente: signos de tránsito".
Como parte de la Segunda Jornada de Reflexión sobre Educación Universitaria en la Cárcel llevada a cabo en la Facultad de Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, la catedrática Madeline Román presentó una ponencia el 13 de octubre de 2016. La misma fue publicada por Umbral bajo el título "Entre los agujeros de la topera y los anillos de la serpiente: signos de tránsito".
Resumen
En su ensayo Postdata a las sociedades de control, Guilles Deleuze propone que vivimos el tránsito de las sociedades disciplinarias (los agujeros de la topera) a las sociedades de control técnico (los anillos de la serpiente). Este tránsito supondría el declinar de la cárcel como institución de encierro y como penalidad generalizada.
La intención de este ponencia es aquilatar esta contención del Deleuze a partir de un esfuerzo por identificar los signos de ese tránsito desde una pasada de balance del trayecto de lo social en sus conjunto (las fuerzas en operación, las coaliciones entre poderes, los imaginarios que se promueven). Anticipo que el resultado será la producción de una cartografía caótica en la que diversidad de fuerzas tiran en todas direcciones. El saldo? La persistencia de la cárcel al tiempo que su erosión creciente.
En su ensayo Postdata a las sociedades de control, Guilles Deleuze propone que vivimos el tránsito de las sociedades disciplinarias (los agujeros de la topera) a las sociedades de control técnico (los anillos de la serpiente). Este tránsito supondría el declinar de la cárcel como institución de encierro y como penalidad generalizada.
La intención de este ponencia es aquilatar esta contención del Deleuze a partir de un esfuerzo por identificar los signos de ese tránsito desde una pasada de balance del trayecto de lo social en sus conjunto (las fuerzas en operación, las coaliciones entre poderes, los imaginarios que se promueven). Anticipo que el resultado será la producción de una cartografía caótica en la que diversidad de fuerzas tiran en todas direcciones. El saldo? La persistencia de la cárcel al tiempo que su erosión creciente.
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Conferencia presentada en el
Coloquio XXXVII
Taller del Discurso Analítico. Mayo
2016
Miriam Muñiz Varela
Economía de la Deuda
Quiero hablar del origen de la la deuda:
En el pasado encuentro les
hablaba de las concepciones diversas que ha tenido el concepto y la función de
la economía a través de la historia.
En aquella ocasión destacaba la importancia
que se le concedía a la relación de la
“economía del don” con la deuda en las primeras sociedades humanas. Para ello
recordábamos los trabajos de Mauss, Bataille y Polanyi.
En todos ellos , se cuestionaba, la idea de que el intercambio
mercantil y el trueque, y su derivado la
utilidad y el beneficio , estuvieran en el origen de la sociedad humana. Destacaban justo lo
contrario, que el dar, recibir, y
devolver, situado dentro de un sistema de prestaciones totales, no establecía
equivalencias en ese intercambio y mucho menos, era lo económico lo que regía
el mismo. Cuando se pone el acento en el don, en el dar, en el gastar y hasta
en el derrochar, se trata de un sistema
que pone en función valores de
reciprocidad simbólica, sagrados, míticos, éticos , como también de orgullo y prestigio. Todos ellos provocados por la importancia que para el
receptor adquiere esa reciprocidad, expresada en una
deuda y la obligación que conlleva.
Respondía a otra manera de
entender la economía, donde ésta se incrustraba, o se incertaba, en
otras prácticas sociales y motivaciones
simbólicas. En las que no se presuponía ninguna paridad ni equivalencias
en esa relación, al contrario, son posiciones diferenciales del poder , aunque
la posición del que recibía era sin duda la de un deudor. y del que daba , la del
acreedor.Los autores afirmaban este
sistema de reciprocidad , que implicaba la asimetría de las posiciones entre las partes y fueron prácticas comunes a las primeras sociedades
humanas. Lo establecían como uno
completamente distinto al intercambio mercantil y dinerario capitalista, cuyo
objetivo es el atesoramiento, la ganancia, y la acumulación, todo lo
contrario al sistema de pérdidas o gasto
improductivo que según Bataille, en su
importante libro La Parte Maldita,
sería lo propio de una visión de una economía general, y no de una restringida
como es la liberal de mercado capitalista. La cua está basada en la apropiación
particular y utilitaria., en donde la acumulación de dinero es un fin en sí mismo, de ahí su
violencia y capacidad destructora. El fin de la ganancia monetaria es una
perversion del oikos griego, su
finalidad era la propia de la polis y la casa. En el caso de la
acumulación capitalista ,el dinero
además de ser medio de
intercambio y unidad de cuenta se conviere también en medida de valor. De ahí que la cuestión monetaria esté rodeada
de misterio y no es el menor , el que
demuestra su capacidad autogenerativa.
Por ejemplo, se crea más dinero
por medio de la deuda , y su función ,
como equivalente general del intercambio,
no pueda tener valor en sí mismo
, sin embargo y de manera misteriosa, se constituya en reserva de todo valor.No hay ni que decir, que es esta
ficción dineraria la que caracteriza la
mano invisible del Mercado, la de los intereses particulares transformados
en equivalencias dinerarias,
ensalzando la figura del homo economicus, del liberalismo
clásico, y al que los autores que hemos hecho referencia se encargan de
criticar y corregir.Lo que quiero resaltar de estos autores, es que , lo que sea la donación incial ésta
debe ser restituída con un “suplemento”, de forma, que siempre desde la
contraparte, queda una deuda ,un resto….
aunque impagable. Lo que para Bataille sería la parte maldita no entra en el
Mercado; esa que la energía abundante de la vida produce y que
si no se consume , se destruye.Por eso no puede entrar en el circuíto de su
autogeneración, hay que echarla a pérdida,
derrocharla, ofrecerla, regalarla;
se dona, se dá, no se tiene. Ese es justo el significado del término, deuda en su etimología
latina debita, el “tener sin tener”. Algo similar al dictum lacanianao del signo del amor
como “dar lo que no se tiene”. Es
curioso ese significado , que nos recuerda
el papel simbólico de la deuda en
el saber psicoanalítico. También en él, se esgrime el papel del deudor frente
al acreedor. En esa economía libidinal,
que parece funcionar similar a la del
don, lo que se dona es justamente lo que
falta . Se puede entender así , no solo
el papel del “padre acreedor”, que ha donado el símbolo falo, a cambio del pacto que
la castración impone , el de la prohibición del goce incestuoso. Le permite al sujeto que goce, pero no de
todo, quedan restos de ese goce pohibido
que lo hacen culpable, de ahí que
convierta al sujeto analítico en deudor.
No puedes cumplir, no hay equivalencia, ni igualdad en ese intercambio
simbólico ; te reservas algo que no tienes, aunque no te exime de la
deuda. Ese resto del goce prohibido ,
retenido en el inconsciente, es justo aquello
del que el sujeto no puede disponer, aunque no impide que ese exceso, produzca la
relación entre deuda y culpa . De todas
maneras, aquí otra vez aparece lo que sería
una deuda impagable., no tiene
equivalente.
Otro análisis que relaciona el dinero con el inconsciente lo
hacen los autores, Michel Aglietta y André Orleans en La violencia de la moneda (1990) Plantean que no existe la
racionalidad de las conductas económicas porque ellas no son independientes de
las pulsiones violentas del inconsciente. Y señalan que la moneda es la primera
institución económica a través de la cual los sujetos mantienen relaciones con lo que no es de ellos, y sí
con lo social como institución. Mantiene
una relación ambigua con la violencia. Por un lado , la expulsa , al
funcionar como medio y queda excluído de
la consumición, de manera que parece
sacrificarse a sí mismo como objeto, logrando
de esa manera cumplir con su misión como equivalente de todos los demás. Pero por otro, la que lo asocia con el goce,
manteniendo la ficción de equivalencia entre los objetos, puede prometer el
goce de cada uno de ellos. De ahí, el
imaginario , que mientras más dinero tenemos , más podremos gozar. Es esta
dimención con el goce , la que muestra la ambivalencia , que sostiene al
dinero en el sistema capitalista y la
violencia que el capital financiero exhibe. Estos autores al igual que el
clásico de George Simmel, colocan la garantía de la soberanía monetaria en la creencia. A las dos funciones del dinero que estos autores reconocen: la de medio de
circulación y la de reserva de valor,
también le añaden la de la deuda o crédito. Todo dinero representa el
juego de la confianza y lo víncula a la
credibilidad en el Estado, que a fin de cuentas es su emisor, y en el
caso del crédito asegura su devolución. La crisis de la deuda lo que muestra es
que esas funciones dejan de cumplirse . Eso parece suceder, entre otras
razones, porque deja de estar excluído del juego del deseo/intercambio, y se
convierte en objeto de sí mismo. Se unen la capacidad de atesorarlo, de
reproducirlo y con ello se cumple la
pulsión violenta y destructiva que ya Bataille nos adelantaba.Basta estas consideraciones para
destacar lo que los autores de referencia concluyen, que la deuda está en el
origen de las sociedades humanas, no así
nl el trueque, ni el dinero como tampoco un intercambio en igualdad de los
agentes o de equivalentes en ese intercambio.
Tal parece, que los órigenes del
capitalismo no deberían buscarse ni en
un mercado libre, y tampoco, como pensaba Marx en el desarrollo de las fuerzas
productivas. Sino más bien como apuntan
gran parte de estas lecturas antropológicas , en el crédito, en la deuda y en
el surgimiento de la usura, que llevan a
la deuda/dinero ser el antecendente al capital financiero global actual.La economía de Mercado, más allá
de ser resultado del cambio en las fuerzas productivas, es una construcción
social capaz de producir
subjetividades. Marx, pone en evidencia
como el valor de cambio oculta la extracción del plus valor creado durante el uso de la fuerza de trabajo en el
proceso fabril y su realización en el intercambio de mercancias mediante los
precios. Este proceso así narrado, adolece de las limitaciones propias de lo que se pretende objetivo, medible e
intercambiable. Sin embargo, cuando reconocemos , como es el caso de Lazzarato, y anteriormente
Gabriel Tarde, que la economia es la
ciencia de los intereses apasionados, y que la formación de valor, no obedece solo a la producción económica o a
las leyes del Mercado sino que envuelve subjetivaciones como lo son el deseo,
las creencias, emociones y voluntades , tenemos que mirar su vínculo con lo
simbólico. El dinero, como ya vimos, es
una sofisticada máquina de representación y es el símbolo de mayor
abstracción para el control de esas
subjetividades por medio de la deuda. Dice Lazzarato: “Sería la deuda y la
relación acreedor-deudor las que constiturían el paradigma subjetivo del
capitalismo contemporáneo: ellas se constituyen en dispositivos estratégicos,
modelan y disciplinan la subjetividad”.
La forma particular del poder
subjetivo de la deuda produce el
modo de existencia que este autor recoge con el término : el hombre endeudado.
De ahí que no debemos
identificar como una desviación del Capitalismo al dominio del Capital
Financiero. Deberíamos modificar las dicotomías que indican un capital como
productivo y otro improductivo., o una economía real y otra ficticia. Pese a
que la burbuja financiera del 2008, nos revela que el sesgo improductivo ha
devenido hegemónico, desplazando al sector productivo, no hay que verlo como una oposición y mucho menos como que uno limite al otro. Estas formas
siempre se han manifestado como interdependientes, baste recordar el clásico
libro El Capital Financiero, del pensador marxista de la II Internacional,
en la socialdemocracia alemana, Rudolph
Hilferding , dedicado al estudio del capital financiero a inicios del siglo XX,
que demuestra como se sostienen y se refuerzan uno con el otro (industrial,
comercial y bancario). Y termina concluyendo que el capital financiero no solo
es un dispositivo indispensable sino que es el poder del capital financiero el
que dirige a los demás.También habría que alterar la
oposicion de clases reducidas a la del
capital y el trabajo como las típicas del Capitalismo. Ya es hora de que
empezemos a identificar como clases opuestas, a esos que detentan la propiedad
del dinero, los acreedores y aquellos que no lo tienen, pero sí lo deben, como
son los deudores. Se manifiesta , lo que
sería una dialéctica imposible entre acredores y deudores. Es imposible esa
dialéctica en el sentido hegeliano, de la superación con la síntesis, cuando se
trata de una expropiación y no solo de la plusvalía ,en el sentido marxiano de la explotación, se
trata de una expropiación de las potencialidades de la vida como también de su
superviviencia.
La deuda monetaria en el capitalismo financiero actual, es infinita y es impagable y la crisis de las
subprimes del 2008 fue una estafa. Los mismos que la generaron fueron los salvados
, por los fondos públicos que Obama destino a bancos, (Citi) aseguradoras (AIT)
o corporaciones como la General Motors y la Ford . Los salvados se dedicaron a
volvernos a condenar.
La deuda al representar una relación de poder,
somete al viviente hasta en su muerte. En la precariedad y austericidios
que impone, obliga a las generaciones
futuras a formas de vida sin ilusión
, condenados a las ruinas en que el
capital y las corruptas clases políticas del mundo, de muchas y paradójicas maneras , parecen
que han convertido o convertirán
el mundo.Mauricio Lazzarato, en su libro La fábrica del hombre endeudado, retoma las contribuciones de
Deleuze y Guattari, y antes de Nietzsche, sobre el tema. Ellos advertían que la relación social de las
sociedades humanas, no es el efecto del contrato entre sus partes, sino que se
organiza en base a diferencias de poder, desde un desequilibrio de las
potencialidades.Dice Deleuze, “ No hay intercambio, hay un sistema de deuda y la
deuda está afectada fundamentalmente por un desequilibrio funcional”, ( Deleuze 1972). En lugar de igualdad y equivalentes , se trata de un lugar
violento y de usurpación. Es la
asimetría deuda /crédito la que precede histórica y teoricamente a la dinámica
de la producción capitalista y al trabajo asalariado”, (Lazzarato,2011). Según el antropólogo David Graeber , ningún
estudio etnográfico ha descrito nunca una economía del trueque extendida y
arraigada en el interior de una sociedad, ni mucho menos aún, contrariamente a lo
que sugiere Adam Smith, que el dinero haya surgido como consecuencia de la especialización o el intercambio de
mercancías. El dinero que contabilizan las tablillas mesopotámicas no es el
resultado de transacciones comerciales, sino que lo idearon los burócratas para
el control del tránsito de los recursos entre distintos departamentos del
territorio. El trueque, a su vez parece
ser en gran medida un subproducto colateral del uso de monedas, historicamente
se ha utilizado por personas acostumbradas a las transacciones con moneda en
momentos de carencia de ésta. (Graeber,2011 )También en Nieztsche,
la deuda , es anterior a lo que entendemos como mercado y dinero, es
según el filósofo la más antigua relación personal. Y también la que penetra
las formas más privadas como sociales de la vida, con síntomas de toto tipo en
la vida psíquica.El dinero no se creó para reemplazar el trueque como sostiene
la historia económica tradicional, . La moneda/deuda es ante todo, un signo de poder, impone modos de dominación y
formas de explotación. Ya Deleuze, siguiendo a Bataille, no dejaba de
plantear el vínculo entre deuda y poder.
Bataille, enfatizando que la donación
incial tenía que ser restituída con un
suplemento. Es ese suplemento, ese exceso el que hay que regalar, no como
equivalente, sino como aquello que rebasa cualquier medida de intercambio.
Podríamos pensar en una actitud moral , una obligación , un sentido de no
apropiación y sí de realizar un gasto o
consumación, no restringido por lo económico. Son prestaciones totales, como le
llamaba Mauss, o formas de reciprocidades no marcadas por el cálculo ni la
equivalencias, características asociadadas con el Mercado capitalista y que
Marx también había advertido en su
famosa crítica.
Tener deudas y tener culpas
parecen ir unidos, y la culpa no pertenece al ámbito económico, empata con lo
religioso. En el cristianismo, el que
nace ya llega con la deuda con Dios.
También en otras culturas, la deuda y su
pago se efectuaba a través de sacrificios y ofrendas hacia los Dioses. En el
psicoanálisis hay una visión de la deuda
y la culpa que tiene como referente a la figura del Pater y las obligaciones
requeridas para hacer posible la vida del sujeto.Ahora bien, una economía de la deuda,/dinero, es otra cosa. Esta es la que
funda la violencia de las expropiaciones.
Ya fuera la de los estados
absolutistas o la de los modernos estados capitalistas., ellos han servido y
sirven de guardianes para conseguir que
la contabilidad ya establecida , con y por el dinero, originado con el
nacimiento de los Estados., sea también el
requerido para el pago de la misma. El sistema de la deuda capitalista,
esconde el enorme poder de servidumbre y
de vasallaje, histórico, que la deuda
dineraria instaura. Benjamin denominaba
esta situación como un culto culpabilizador hacia un Dios que adora el dinero y
sacraliza el beneficio. Sea llamado ganancia o interés.. Mientras se anima a los ciudadanos a endeudarse, una vez
endeudados hasta la muerte y más allá, se les obliga a pagar sus deudas como criterio prioritario frente a
cualquier otro de interés social.
Fiat money y PROMESAPara el neoliberalismo hay tres creencias : 1)todas las crisis
pueden ser resueltas, 2) el instrumento es la expansión de los bancos mediante
el dinero y 3) el objetivo, es el aumento creciente de las ganancias
especulativas.Para esto depende de:1) del Fiat Money o la máquina de
hacer dinero, que garantiza dinero
barato y el trámite económico mundial
vía la deuda. Desde el 2008 trillones de dólares fabricados ha fluido
hacia los bancos, los fondos buitres, las firmas de abogados y consultores,
para financiar el sistema económico de la deuda.
2)La financialización de todas
las esferas de la vida como reemplazo del mundo del trabajo.3) Los déficits presupuestarios
de los países como mecanismo para el creciente aumento de la deuda global.
4) Seguir manejando la contradicción entre la
abundancia de los bienes informáticos-comunicacionales y la imposibilidad de su
cálculo por el sistema de precios monetarios. Estos se asocian, por el lado de
los mercados con la escasez y por el lado de la información con la
abundancia. Hasta ahora se ha controlado
con grandes consorcios monopolísticos, Apple, Google, Twiter, Facebook, etc...
Hoy esto lleva a diagnosticar que ese
conflicto es el fin del neoliberalismo y aparece la posibilidad del
postcapialismo. En el libro del mismo nombre de Paul Mason, se asocia al
capitalismo como un ente adaptativo que
alcanzó su límite. Ya sea , que las formas abundantes, espontáneas ,
comunes y colaborativas de la información, no puedan someterse a la dinámica de
los mercados. Ejemplo WIKIPEDIA. Esta se
realiza por 27 mil voluntarios sin paga y fluye libre a los consumidores, que son a la vez los nuevos agentes del intercambio
sin necesidad del dinero. Estos son los
portadores de una nueva riqueza, como lo
es la educación y la capacidad comunicativa. El infocapitalismo ha generado un
nuevo sujeto capáz de producir sus líneas de fuga , no capturables por el mercado dinerario y que puede transitar por vías libres. Se dice
que esta producción, si se contabiliza a precios de Mercado y basado en el
derecho a la propiedad intelectual,
sería de un ingreso anual de $3
billones de dólares.Asistimos al hecho
dramático, que la economía que emerge de la crisis no produce
crecimiento y sí crisis consecutivas y
estancamiento. Se dice también, que en
los proximos 25 años lo que habrá será : un aumento de la deuda, un aumento en
la desigualdad, (esta creció en 40%,
similar a la de hace 100 años ),
un aumento en la edad de la población media y una baja en la
productividad. Término cuestionable , porque se mide con las estadísticas
tradicionales de los precios y mercados,
pero que ahora dejaré a un lado.Sin embargo del 2008 al presente
Facebook ha crecido de 100 millones de usuarios a 1.3 billones. Toyota ha
manufacturado 5 millones de hibridos, 54 veces más que en el 2008. Había en el
2008, 15 mil megavatios producidos por energía alternativa y ahora hay 10 veces
más a nivel mundial.Ilustremos algunos de estos
asuntos con más datos: (Mason,
Postcapitalismo, 2015)El Crash del 2008 destruyó el 13% de la producción global y disminuyó en
20% del Comercio Global. Pues bien, del 2000 al 2008 la oferta global de dinero
creció de $29 trillones a $70 trillones. Fijénse que esto es una dimensión
mucho mayor que lo que se llama la economía real.He aquí el negocio, la deuda
global desde la crisis del 2008 ha crecido
en $57 trillones y eso equivale a 3 veces más que el PIB Global. Es en
esta década que el 1% de la población global se ha hecho más rica.Y es que detrás del crash 2008,
lo que había era un sistema de criminalidad y delincuencia bancaria muy bien
armada. Los libros ocultaban productos sobrevalorados, que después se van a
denominar deuda mala o tóxica. Un
sistema gris, nebuloso en cuentas bancarias,
con los recursos a las firmas
off-shores de paraisos bancarios . Sistemas de baja fiscalización fiscal con
formas generalizadas de ventajas a las Coorporaciones.. Y el recurso legitimado por las casas
acreditoras de financiar déficits con deudas , ampliando lo que se conoce como
deuda pública. En el caso de la deuda privada, una, la del consumidor, que a falta de salarios
adecuados se endeuda, la otra, es la
hipotecaria, que es también , deuda privada. Esta última,fue el objeto del enorme proceso
especulativo en bienes raices que hizo estallar la burbuja inmobiliaria en el
2008 en USA. En PR, la deuda actual se distribuye asi:
(según el documento bajado de internet
economía de Puerto Rico, wipwdia.org.)Esto es: $72 mil millones, deuda del gobierno o (103% del PNB).. Más $40 mil millones que se
vencen del sistema de retiro para el
2019),
La deuda privada: personal $22,785.8 millones e hipotecario
$39,600 millones TOTAL $62,385.8 millones.
Más la pública del Gob.Central es
alrededor de $200 mil millones. Sin contar la de las Cooporaciones.Mientras el ingreso personal (2014) fue de $61,444.2 millones. De cada dólar que se
recibía en 2010 se gastaba $1.86, ahora se gasta $1.53. No hay crédito, por eso disminuye.En el 2015 las hipotecas
reposeidas sumaban $2,500 millones en créditoLa descapitalización de la banca
es del 30% desde el 2005.El deficit del gobierno es de
$2,500 millones, 3.5% del PNBEl índice de pobreza es de 45%
de la población y un 40% de
participación laboral.Una emigración masiva, del
2010-2013 en 144, 000 ciudadanos a USAEl salario mínimo es de $950.63 para 37.5 horas y $1,014.00 por 40
horas.Hoy el gasto del gobierno es
igual al de hace 11 años.El 36% del presupuesto del país, ( de alrededor
de los $9 billones), van al pago de la deudaEl proyecto de la Junta aprobado en el Congreso
de USA, llamado por el acrónimo, PROMESA., a veces el lenguaje nos juega malas
pasadas.
De promesa no tiene nada ya hace
años que las políticas neoliberales viene aplicando la misma receta de
austericidios y violencia económica,
Incluso cuando se producen los rescates como en el caso de Grecia,
Chipre, o España, Portugal e Irlanda
estos llevan atados medidas severas de recorte de gastos.Los ajustes están dirigidos a
disminuir salarios y niveles de vida, afectando principalmente a los más
jóvenes (subempleados y sin ingresos suficientes) que aparecen como los
enemigos. Depositarios de un salario mínimo que no da para vivir y sin derechos laborales , producto de una máquina
de destrucción de la vida basada en el trabajo, al beneficiar y privilegiar los
beneficios al capital. Enemigos también, es la población mayor, que se le
aumenta la edad de retiro y se le reduce el monto de sus pensiones, lanzados
como ningún otro grupo a la incertidumbre y al abandono . La educación universitaria y la salud sigue su camino
privatizado, que en PR tiene ya un amplio expediente, pero puede no estar
concluída, También la infraestructura,
tanto de energías eléctricas, como de aguas, entre otros servicios ciudadanos culminarán las privatizaciones y verificarán el colapso
del Welfare State.
Esta es la incubadora donde va
creciendo la ruina y la pobreza de las próximas generaciones Este modelo basado
en la economía de la deuda que hemos
reseñado, es el del capitalismo
neoliberal financiero actual, no hay otro, no hay otro modelo. Es un modelo que
vive de las crisis y ésta es como la deuda
continua y agrandada, las dos son
infinitas. Un juego de casino que crea riquezas y fortuna
para unos supermillonarios mientras
destruye salarios , trabajos y la vida de las mayorías. La humanidad es un
bonche de individuos en una desenfrenada competencia por sobrevivir,
sirviéndole a una casta de acreedores globales
que viven del vasallaje de seres
endeudados de por vida.Conclusión: El dinero/deuda es
el equivalente al dolor.El sistema se corrige y sigue funcionando con dolor. En el origen el dinero/deuda se equiparaba al
deseo (de este no he hablado hoy) y al final de este recorrido se transmuta en
dolor.Los proyectos de austeridad que vienen , prometen, sí: bajos salarios,
menos derechos, y peor calidad de vida. Esta es la receta , entre muchas otras
cosas , que caracterizan al pharmacon
neoliberal. Ya hemos probados en PR,
algunas de sus medicinas.
Todos somos deudores , culpables
frente al Capital , el Acreedor Universal.La deuda no es una anomalía o disfunción que
habría que corregir , sino que es parte del engranaje del poder actual y es su
principal mecanismo del enriquecimiento del 1% de la población mundial, a costa
de la pobreza, la precariedad y desigualdad de la población mundial. Los mismos mecanismos que desregulan los
mercados financieros bajo el neoliberalismo,
son lo que amparan la macrocorrupción,
son los mismos que se encargan de regular, someter, explotar a los
nuevos siervos endeudados. Obligados contractualmente por leyes y
constituciones a desprenderse de sus
derechos, a entregar su libertad y a la
bancarrota de sus expresiones ; en
fin a la imposibilidad de mantener una
vida digna.Si para Bataille, el exceso de las sociedades
precapitalsitas se destinaba a la consumación como ocurría con el potlatch, en el caso de las sociedades
capitalistas , esa energía excedente, la parte maldita, solo podría mantenerse
sin destruirse, a costa de gastarse, como lo fue en cierta medida, la forma del Welfare State
. Hoy está salida está bloqueada, la desigualdad se agranda y las políticas de
expropiaciones y vasallaje se alejan de la de la distribución de la riqueza.
Mientras, la exuberancia destructiva le
permite al capitalismo financiero, seguir subsistiendo y neutralizando todas
sus paradojas. De la devacle de las subprimes y de Lehman Brothers, al invento del Iphone y a la expansión de las
redes sociales ; incluídos los hackers y
otras formas de vida colectiva y común.No debemos engañarnos, la catástrofe financiera
no parece haber terminado, está solo se acaba con un fuerte instrumento de regularización, y
esto ya no es la forma de operar del capitalismo en su modalidad hiper neoliberal. No parece haber vuelta atrás.No nos queda otra salida que luchar por la
anulación de la deuda pública y privada
, ilegítima e imposible. La deuda, en tanto dispositivo de poder, nos empobrece y esclaviza , conduce a
la catástrofe económica , psiquica y
ética. Esa que todavía nos puede
reclamar la responsabilidad del sujeto ,ese que se puede inventar nuevos lazos
sociales , basados en la reciprocidad y la distribución de riquezas que se
producen a nivel planetario. Que no
exija el pago de lo imposible: la deuda dineraria.
La deuda monetaria del
capitalismo financiero actual, es
infinita y es impagable y la crisis de las subprimes del 2008 ya hemos dicho
que fue una estafa. En el caso de la deuda actual en PR, a los que nos
condenan (tenedores de la deuda ) se une
el Gobierno de USA en una medida que recuerda las formas más miserables
de la rapiña colonial. Sin embargo , esa es la trampa. O aceptas la
PROMESA o el Caos sobreviene. Los derechos y los amparos están
para asegurar a los acreedores y echar a pérdida, no a la deuda, sino a los
deudores humanos que somos. La deuda
dineraria acumulada globalmente, podría muy bien representar el fin de la comunidad humana, en
lo que atañe a una vida posible, bajo el
actual modo de operar del pharmakon
financiero neoliberal.
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Atractores extraños y complejidad de la violencia (un comentario sobre mi proyecto investigativo)
Atractores extraños y complejidad de la violencia (un comentario sobre mi proyecto investigativo)
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